No siempre es fácil comprenderse bien, sobre todo cuando no hay (todavía) una lengua común. También en Suiza las costumbres en lo referente a la comunicación varían de persona a persona. No obstante, se puede decir que, en general, se concede mucha importancia a los buenos modales. Y si bien hay gente muy directa que se expresa explícitamente, también hay quien trata de evitar las formas directas a la hora de comunicarse y prefiere expresar sus críticas indirectamente. Aun así, se espera que el interlocutor tome nota de la crítica. Esto no es fácil y puede generar malentendidos. Puede ser útil escuchar atentamente al interlocutor, repetir lo que se ha oído y preguntar cuando no se entienda algo. Lo mismo se puede aplicar a la comunicación escrita. En caso de conflicto se huye de la confrontación directa. Así puede suceder que se reciba por ejemplo una carta del vecino cuando algo le molesta, porque se prefiere esa forma de comunicación a la directa. En caso de que algo no esté claro, también en estos casos es mejor preguntar una vez de más que de menos.